El Jardín de Los Platitos

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Clavado entre las calles de Invierno, Filomeno Mata y Universidad, fue construido por Daniel Mendoza Guevara en 1942

Pocos saben que el “Jardín de los Platitos” en realidad lleva el nombre de “Jardín Niños Héroes de Chapultepec”, su historia comienza, cuando la ciudad comenzó a crecer y “la otra banda” como eran llamadas las colonias que se asentaba después del río, tuvieron una mayor

infraestructura producto del ferrocarril, ya que aparte de transportar materiales, semillas y artículos diversos, viajaban personalidades reconocidas tanto de la farándula, políticos y empresarios que lo hacían en el famoso “pullman”, aunque en sus vagones también era utilizado por personas comunes quienes viajaban en la llamada “segunda clase”.

En ese ir y venir de gente, los comercios, hoteles, restaurantes, fondas y cantinas comenzaron a proliferar por la demarcación y justo en sus inmediaciones se encontraba un triángulo formado por las calles Filomena Mata, antiguamente llamada “Callejón del Deleite”; Invierno, llamada “calle de Servín”, y en la cúspide del vértice, el río de Querétaro, hoy avenida Universidad. Este espacio baldío fue remodelado por cuenta de la Junta de Mejoras Materiales del Municipio del Centro, encabezada por el Presidente Municipal Arnulfo Rubio Guerrero, que en 1942 aprobó la construcción del jardín “Niños Héroes de Chapultepec’’, obra que se basó en el proyecto y dibujos que dio a modo de donación Carlos Mendoza, hijo de Daniel Mendoza Guevara, quien tuvo a su cargo la realización de la obra, y quien fuera Mayor Legionario y veterano de la revolución.

Cuando se inaugura el jardín en 1942, su constructor don Daniel Mendoza Guevara lo describe con una fuente central, ocho bancas dobles, tres sencillas, un candelabro con su farol, un cintarillado que a manera de celosía circunda todo el jardín, con excepción del acceso al interior, que se encuentra sobre la calle de Invierno, ocho macetones de los cuales cuatro forman las esquinas del jardín, dos custodian la entrada y dos más en los extremos del semicírculo que tenía cuatro bitoques para surtir agua potable al público. Al día de hoy ese semicírculo existe; pero ya sin bitoques, donde se encuentra una banca, sus prados interiores, se convirtieron en jardineras, también revestidas de padecería de platos que eran muy utilizadas en la época y en medio se encuentran unas enormes palmeras datileras. Al ser un lugar muy transitado donde además se encontraban varias cantinas y pulquerías los músicos de la época comenzaron a transitar por el lugar para establecerse en “los platitos” y entonar sus melodías a quienes los buscaban para una serenata, fiestas y alguna que otra conquista.

Dado a las constantes quejas de los vecinos por los excesos que en el jardín se vivían, el gobierno municipal optó por reubicar a los músicos en 2004 a la Plaza Santa Cecilia.