El parque Nacional El Cimatario

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Es una reserva natural mexicana ubicada en el estado de Querétaro entre los límites, de los municipios de Huimilpan y Querétaro, el parque y el cerro,  Se ubican en lo que alguna vez, hace cerca de 5 millones de años fue un volcán el cual ha permanecido inactivo y no muestra signos de actividad.

El cerro del Cimatario tiene una altura máxima de 2,350, Y es visible desde la ciudad de Santiago de Querétaro, dominando la vista desde casi cualquier punto

Este parque nacional, se convirtió en área protegida por decreto, el día 7 de julio de 1982, por ser una porción de territorio representativa de diversos ecosistemas, poseer una gran riqueza biológica e histórica y ser un sitio que produce beneficios ambientales a la región central del país y principalmente a toda el área metropolitana de la ciudad de Querétaro.

En la actualidad es administrado por el Gobierno del Estado, con una plantilla de aproximadamente 15 personas, integrada por un coordinador, un ingeniero forestal, guías, un conductor, una veterinaria, asistentes y personal de vigilancia.

La población del valle de Querétaro, desde la época prehispánica hizo lo identificó como el Cerro del Cimatario como el sitio de sus deidades, cuidadoras de sus cultivos . Los vestigios arqueológicos que se encuentran en el cerro del Cimatario datan de 350 ANTES DE CRISTO. La palabra Cimatario es la castellanización de simaethe – coyote – e iro – macho -, del chichimeca-jonaz.

Después de la Conquista, la Corona Española decretó su protección, desde entonces, el cerro comenzó a ser devastado; la madera de sus árboles fue utilizada para la elaboración de puertas, ventanas y vigas de las magníficas construcciones queretanas, volviéndose a sobre explotar cuando se tendió la línea del telégrafo entre Querétaro y San Luis Potosí, en el año de 1867, como parte del plan de modernización en el país.

El cerro del Cimatario también fue testigo de cruentas batallas. Durante 1446, los guerreros acolhuas lucharon contra los mexicas y purépechas . Durante 1821, se dio la batalla de «treinta contra los cuatrocientos». Hay indicios de que sus cuevas – La Culebra y Coyote Macho – fueron socavadas más profundamente para crear un polvorín que guardara las armas y la pólvora para las batallas. Recientemente se encontraron en el Cerro de Santa Teresa (a pocos kilómetros del Cerro del Cimatario) vestigios de la época colonial, para aprovechamiento y conducción del agua emanada de sus manantiales