Justo Armas, Fue un comerciante, de posible origen austriaco, que vivió, en El Salvador. Nace en 1822, y muere, El 29 de mayo, de 1936,
Su estilo de vida refinado, junto a sus excentricidades y apostura, dieron origen a una leyenda, ligada con el emperador de México, Fernando Maximiliano, José de Austria.
La primera certeza, de la estadía de Armas en El Salvador, se sitúa en 1871, cuando participó en una donación de dinero, para las fiestas patronales de San Salvador.
Durante los primeros años en este país, fue acogido por familias pudientes de la época, especialmente por el vicepresidente, Gregorio Arbizú.
Justo Armas, fue apreciado por ser una persona culta, a pesar de haber llegado al país descalzo, particularidad, por la que sería siempre recordado.
Según se sabe, el andar de esta manera se debía –según sus palabras- para cumplir una promesa, a la Virgen del Carmen, por haberlo ayudado a salir de un momento, de peligro de muerte.
Prometió, además no revelar nunca, su verdadera identidad.
A través de los años manejó un negocio de alquileres.
Según, Pachita Tennant Mejía de Pike, quien lo conoció cuando era todavía una niña, en San Salvador, tenía además un negocio de atender fiestas o cáterin, llamado, «La vajilla».
Se dice, que era una persona cercana a la familia imperial de Austria. También, daba clases de social graces, y de protocolo, recién llegado a San Salvador. Sus modales eran sumamente aristocráticos, lo mismo, que su manera de hablar alemán
Cuando murió, su gran amigo y confesor, monseñor Belloso, arzobispo de San Salvador, expresó: ¡Ha muerto un santo y un gran personaje!. Los últimos años, los vivió en la casa de la familia Arbizú, quienes fueron sus herederos.
Su origen, sigue siendo un enigma, una verdadera incógnita y sobre él se ha escrito mucho. Rolando Ernesto Deneke, quien ha sido un estudioso en la vida de Justo, y ha estado varias veces en Austria, para investigar sobre su vida, y recopilar datos, decía que no le cabe duda de que Justo, era alguien muy importante de la familia imperial austríaca, cosa de la que daba pruebas en sus conferencias.
Justo Armas , siempre iba elegantemente vestido, Era muy culto, hablaba varios idiomas, una persona, extremadamente fina y elegante.
Servía, excelentes banquetes en platos de porcelana Sévres con cubiertos y candelabros de plata, También participaba como asesor de políticos y amistades.
Muere, a la edad de 104 años, en El Salvador, donde se dice, que está enterrado.
Según las investigaciones de este arquitecto, y el gran parecido con Maximiliano, asegura que son la misma persona.